"El animal que tiene la peor fama de la historia, por ficciones
hollywoodenses que lo mostraban como un aborrecible depredador monstruoso que
cruelmente perseguía bañistas en las playas, es hoy una víctima real de la
mortífera persecución de un depredador peor: el humano".
Crédito Imagen: Albert kok bajo los terminos de GNU Free Documentation License
Esta noticia, publicada por el diario El Heraldo el 25 de febrero y que se encuentra disponible en la pagina del CMAR, Corredor Marino del Pacifico Este Tropical, es tan solo un ejemplo que refleja la importancia del proyecto de conservación de los recursos hidrobiologicos y pesqueros de las áreas protegidas financiado por la Unión Europea.
Amplitud de la noticia:
El animal que tiene la peor fama de la historia, por ficciones hollywoodenses que lo mostraban como un aborrecible depredador monstruoso que cruelmente perseguía bañistas en las playas, es hoy una víctima real de la mortífera persecución de un depredador peor: el humano.
Cada año se pescan de 200 a 1.000 toneladas de tiburones en Colombia, según las últimas estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para Agricultura y Alimentación (FAO).
“El país no ha contado con los recursos para conocer exactamente cuál ha sido la disminución de la población, pero sabemos que ha sido considerablemente grande”, precisa Alexandra Gómez, directora Regional de Comunicaciones de Marviva, una fundación internacional que lidera en 4 países una campaña por la protección de los tiburones denominada ‘Mar, que no te corten las alas’.
Otras organizaciones que respaldan la iniciativa son Conservación Internacional y la fundación Malpelo, quienes estuvieron recogiendo firmas en Barranquilla para conseguir que las personas tomen conciencia de la importancia del tiburón para el ecosistema.
De esta manera se busca que la comunidad no acepte prácticas que constituyan una amenaza para la supervivencia de esta especie marina, y se involucre activamente para exigir a las autoridades acciones concretas que regulen los peligros a los que son sometidos estos animales.
La explicación principal para esta masiva pesca de tiburones, tanto en el océano Pacífico como en el mar Caribe, es el aleteo, una práctica que consiste en que “al tiburón lo sacan, lo degüellan, le quitan todas las aletas y botan el cuerpo al mar nuevamente, desperdiciándolo”, explica Gómez.
Las aletas son ampliamente apetecidas en los países orientales, como China y Japón. Aunque no dan ninguna clase de sabor, dan un espesor especial, que en la cultura de esa parte del planeta es sinónimo de poder y riqueza, por lo que se acostumbra dar sopa de tiburón en eventos especiales como matrimonios y grados.
“En esos países los recursos marinos ya se agotaron. Están viniendo a Latinoamérica especialmente a trabajar con el sector pesquero, y ofrecerles un dinero mucho más alto de lo que consiguen con la pesca normal, únicamente por vender aleta de tiburón”, asegura Gómez.
Este negocio ilícito, que se da en los dos mares de Colombia, se inició con la capacitación de extranjeros a los pescadores locales. En este momento los pescadores lo hacen por su cuenta y se dedican a exportar las aletas al mercado de Oriente.
“Es una actividad prohibida, pero infortunadamente no existen los controles suficientes en las descargas de estos productos pesqueros en los muelles tanto públicos como privados”, precisa Gómez.
SANCIONES POR EL ALETEO
En Colombia si se llegan a encontrar aletas de tiburón en una embarcación, la pena del Ministerio de Medio Ambiente puede llegar a multas por sumas superiores a los 65 millones de pesos.
El 22 de abril de 2007 se registró un decomiso de 1.605 kilos de productos pesqueros, entre los que se encontraron 58 kilos de aletas de tiburón, a la embarcación ‘Claudia Andrea Dos’. Esta fue la primera vez que se efectuó una condena por el delito de pesca ilegal. Esto sucedió dentro del área marina protegida del Santuario de Fauna y Flora Malpelo.
A los que cometieron el delito se les quitó la facultad de realizar la actividad pesquera. Además, se decomisaron los productos y herramientas, tuvieron ocho meses de prisión y pena condicional por un periodo de dos años.
Visite la página del CMAR para leer esta y otras noticias asociadas:
http://www.cmarpacifico.org/seccion_documentosypublicaciones.html
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